por Daniel Richart
Nació el 11 de marzo de 1890 en Everett, Massachusetts y estudió en el Tufts College de la Universidad de Harvard y en el Instituto de Massachussetts de Tecnología (MIT), donde más tarde desempeñó diversos cargos docentes y administrativos.Tenía dos hermanas. Su padre era ministro de Universalist. De niño, Bush estaba a menudo enfermo por lo que permanecía largos periodos de tiempo postrado en cama. En la escuela demostró una gran aptitud para la matemáticas. Desde pequeño ya era un alumno aventajado y en 1913 construyó una máquina que servía para calcular distancias entre terrenos desiguales a la que llamó Profile Tracer. En 1919, se une al Departamento de Ingeniería Electrica del MIT, donde ejerció la docencia durante 12 años (en total estuvo 25 años como docente). En 1922 funda la compañía American Appliance Company con su compañero Tufts Laurence, K. Marshall y el científico Charles G. Smith en Cambridge (Massachussetts), que posteriormente se vería convertida en Raytheon. Raytheon era una compañía, principal contratista en materia de Defensa del Gobierno de los EE.UU., que se ocupaban de las tareas de seguridad ciudadana causada por los posibles agentes externos. En la década de 1930 construyó la primera computadora analógica a la que llamó analizador diferencial. En 1939 es nombrado presidente del Carnegie Institute de Washington, y Director del National Advisory Committee for Aeronautics; en 1941 fue nombrado, por el presidente de EE.UU., director de la Office of Scientific Research and Development, siendo jefe de una comunidad de científicos encargados de la creación de la bomba atómica en los albores de la Segunda Guerra Mundial. En 1945 publica un artículo llamado «Cómo podríamos pensar» "As we may think", en la revista Atlantic Monthly, donde describió, principalmente, la llegada de dos dispositivos. El último de sus logros, y el que más influyó en la visión del hipertexto y de la Internet para etapas posteriores, fue sin duda el Memex, un dispositivo mecánico de almacenamiento de libros, grabaciones y comunicaciones, de búsqueda muy sencilla, rápida y no lineal; el Memex nunca se desarrolló, pero inspiró el trabajo de sus sucesores Douglas Engelbart, Ted Nelson y, más adelante, Tim Berners Lee.
D.R.O¿ Cuáles han sido los beneficios que el ser humano ha extraído del uso de la ciencia y de los instrumentos que su investigación ha dado como fruto?
V.B.:En primer lugar, han aumentado su control sobre el entorno material. Han mejorado su comida, su vestido y su vivienda, además de aumentar su seguridad y liberarlo, al menos en parte, de las ataduras de la existencia primitiva. Asimismo, le han proporcionado un creciente conocimiento de sus propios procesos biológicos, de modo que lo han ido liberando progresivamente de la enfermedad y han aumentado su esperanza de vida. Al mismo tiempo, han arrojado luz sobre las interacciones de sus funciones psíquicas y fisiológicas, otorgándole la promesa de una mayor salud mental.
D.R.O.¿ Cuál cree usted que es el problema de las nuevas vías de comunicación y de los avances tecnológicos que facilitan el acceso a la información ?
V.B.:La dificultad parece residir no tanto en que cuanto publicamos resulte irrelevante con respecto a la amplitud y variedad de las inquietudes de hoy en día, sino en que las publicaciones han sobrepasado los límites de nuestra capacidad actual de hacer uso de la información que contienen. La suma de las experiencias del género humano está creciendo de una manera prodigiosa, y los medios que utilizamos para desenvolvernos a través de la maraña de informaciones hasta llegar a lo que nos interesa en cada momento son exactamente los mismos que se utilizaban en la época de aquellos barcos cuya vela de proa era cuadrada.
D.R.O.¿Nos podría poner un ejemplo de maquina con piezas intercambiables con gran economía de esfuerzo, tal y como habla en su ensayo?
V.B.:En la actualidad, se pueden construir máquinas con piezas intercambiables con gran economía de esfuerzo. Por compleja que sea su concepción, las máquinas actuales funcionan con enorme grado de fiabilidad. No hay más que pensar en la humilde máquina de escribir, en la cámara de cine o en el automóvil.